Mientras hablaba, vio a un bebé diminuto en brazos de Gabriela, se acercó rápidamente a ella y le preguntó,"¿De dónde es este bebito?"

Sin esperar a que Gabriela contestara, adivinó primero,"¿Es de la señorita Aurora?"

Aurora miró a Gabriela y las comisuras de sus labios se curvaron con un ligero toque de suavidad, "Me gustaría, pero no tengo tanta suerte."

Ante esto, Dalia se preguntó,"¿De quién es eso?"

"El mío." Gabriela dijo.

Los ojos de Dalia se abrieron de repente, "Señora... Tú, ¿qué quieres decir, de quién es este niño?"

Pronto pensó de nuevo,"¿Es del señor?"

Gabriela negó con la cabeza,"No."

"¡¿Qué?!" Dalia estaba desconcertada, "Si no es del señor, ¿de quién es? ¿Tuviste el bebé de otro hombre?"

Gabriela no lo negó, "Sí."

"Gabriela," sonó una voz grave e implícitamente enfadada detrás de ella.

Cuando Gabriela se dio la vuelta, vio a Ricardo en muletas, de pie en los escalones del portal, con cara de haber oído las palabras de Dalia, su rostro estaba ahora azul y habló en voz