Deliciosos juegos

Cristóbal estaba trabajando en su laptop mientras que con un pie mecia el portabebé con el pequeño Cristóbal en el, de vez en vez vigilaba que Camill no se levantará de la cama, el médico había sido claro, reposo absoluto hasta que el bebé estuviera más firme en el vientre de su madre

Camill estaba recostada moviendo los pies de un lado a otro, con sus manos sostenía la sábana que la cubría, no había pasado ni un solo día y ya sentía que no podía más, ella no era de estar así sin hacer nada

El bebé Cristóbal comenzó a desesperarse y llorar para que lo alzarán, Camill de inmediato se destapó para ir a cargarlo

Alto ahí! se escuchó la imponente voz del CEO, a dónde creés que vas?

Solo voy a cargar al bebé, que tiene de malo Cristóbal? piensas tenerme acostada todo el bendito día?

Por supuesto que no Camill!

Menos mal suspiro la bella ojiverde

No solamente será de día si no que también será de noche, te vigilaré las veinticuatro horas si es necesario

Qué? estás demente o que te sucede?
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