THIRTY TWO
PUNTO DE VISITA DE CAMILLE

Después del sincero discurso de Neal a la persona que había matado, caminé por el castillo, vacío.

Mis hijos debieron pasar el mejor momento de sus vidas porque los encontré en el salón, profundamente dormidos y Milana no estaba por ningún lado. Pero ella había puesto un centinela para vigilarlos.

Los llevé a ambos de regreso al dormitorio con la ayuda del centinela y los metí en la cama antes de tomar una larga ducha con la esperanza de aclarar mi mente.

No funcionó. Nada de lo que hice pareció disipar la culpa. Así que me puse algo gratis antes de salir de la habitación y dirigirme a la piscina del jardín.

Una pequeña parte de mí esperaba encontrar a Dimitri allí. Necesitaba una distracción y las últimas bromas que compartimos junto a la piscina ya lo habían hecho antes.

Sin embargo, cuando llegué, Dimitri no estaba.

La decepción se instaló en mi pecho mientras escaneaba el área de la piscina, esperando vislumbrar su figura familiar.

La forma en que se habí
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