Las palabras del secretario dejaron tanto a Gideon como a su hijo, Wind, estupefactos.

Naturalmente, habían oído hablar de la reputación del Grupo Schulz. Después de todo, la familia Schulz era una de las familias más poderosas en Oskia y tenía una presencia absoluta de primer nivel en el país.

Por el contrario, aunque se llamaba un grupo, el Grupo Violeta ni siquiera había llegado al Mercado de Empresas de Crecimiento. Sin mencionar que estar listado en la Colina Yorkshire, apenas podría considerarse una empresa conocida en la Ciudad Pu’erh.

Ni en sus sueños más locos, se atreverían a imaginar ser adquiridos por una familia de primer nivel como el Grupo Schulz. Después de todo, la diferencia en su estatus era demasiado vasta. Los activos del Grupo Schulz eran mil veces mayores que los del Grupo Violeta.

Por lo tanto, Gideon tenía una expresión de incredulidad cuando le preguntó a su secretario: “¿Estás bromeando? ¿El Grupo Schulz quiere discutir una adquisición con nosotros?”.

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