Charlie asintió suavemente: “Está bien, gracias por tu arduo trabajo”.

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Cuando el avión de Fleur aterrizaba en Melbourne, el avión que transportaba a Charlie y Vera ya había despegado del Aeropuerto de Aurous, dirigiéndose al lejano Londel, a más de mil kilómetros de distancia.

Mientras el avión despegaba y volaba hacia el oeste, Vera perdió por completo su vivacidad y alegría anteriores. Se acostó en el hombro de Charlie por un momento, luego sus ojos parecieron perder enfoque mientras miraba por la ventana.

Charlie podía sentir que algo andaba mal con ella porque entendía muy bien su estado actual. Después de todo, en este mundo, nadie era más apto para sentir nostalgia que Vera en este momento.

Ella era una joven chica que había estado fuera de casa durante más de trescientos años y finalmente estaba de regreso a casa. Cualquiera en su lugar sentiría una mezcla de emociones.

Después de más de dos horas, el avión aterrizó en el Aeropuerto de Londel. Cuando Vera se bajó del avi