Nanako estaba a punto de inclinarse para agradecer a Emi cuando de repente escuchó sonar el timbre de la puerta. Rápidamente dijo: “El Señor Charlie debe estar abajo. ¡Iré a buscarlo!”.

Emi asintió y dijo con una sonrisa: “Adelante”.

Todos los apartamentos de Thompson Primero tenían elevadores en la entrada. Uno no podría tomar el elevador sin una tarjeta de acceso física.

Cuando Charlie vino a visitarlos, solo pudo tocar el timbre de la unidad en la entrada de la puerta del estacionamiento subterráneo. Cuando se desbloqueara el acceso a la puerta desde el piso de arriba, él podría entrar al elevador y presionar el botón del piso designado.

Nanako solo necesitaba abrirle la puerta a Charlie desde arriba, pero aun así le dijo a través del sistema de control de acceso: “Por favor, espera un momento, Señor Charlie. Bajaré a buscarte”.

En el concepto tradicional japonés de Nanako, si ella permitía que el hombre que amaba subiera por sí solo el elevador, sería equivalente a que una esp