Jaime dijo: “En el segundo mes, después de mi partida, empecé a tratar esta peregrinación con sinceridad, por lo tanto rechacé el séquito que el Señor Wade me dio permiso especial para traer, y tenía la intención de llegar hasta el final por mí mismo…”.

“Me enfermé después de haber estado expuesto a la lluvia, por lo que pasé la noche en una granja. Después de todo, muchos peregrinos se quedaban allí en el camino, así que no pensé que hubiera nada malo con eso…”.

“Sin embargo, la pareja intentó venderme al propietario de una mina de carbón negro cuando estaba incosciente con una fiebre alta”.

“Los escuché decir que un adulto con sus cuatro extremidades se podía vender por veinte mil dólares, y que un trabajador normal de una mina de carbón costaría al menos entre tres y cuatro mil dólares al mes. Siempre que el propietario de la mina de carbón negro comprara a alguien, él podría recuperar su capital en más de medio año si trabajaba duro con esa persona, y el resto sería pura gananci