Tan pronto Vera pensó en esto, miró a Marianne de nuevo, y de repente sonrió cuando bromeó: “¡Marianne, no creo que estés aquí para buscar un trabajo al venir hasta la Colina Aurous desde Hong Kong!”.

Marianne preguntó sorprendida: “¿Por qué dices eso?”.

Vera se rio y dijo: “Se siente más como si hubieras venido a buscar a tu amor a pesar de todas las probabilidades”.

Las palabras aparentemente burlonas conmovieron lo más profundo del corazón de Marianne. Se puso nerviosa al instante e intentó apresuradamente ocultarlo cuando dijo: “Cómo… ¿Cómo podría ser eso? Nunca he estado en la Colina Aurous, y no tengo ningún conocido aquí, y mucho menos un amor”.

Aunque Marianne estaba apresurada en ocultar sus verdaderos sentimientos, Vera ya había capturado el pánico en su expresión.

Fue este ligero cambio lo que hizo que Vera estuviera aún más segura de que su juicio era definitivamente el correcto.

Considerando la identidad de Marianne, ¿quién más aparte de Charlie podría hacer que una