Después de tantos sufrimientos y miseria, Kenneth tenía tantas ganas de volver a casa.

Además, él sabía que no había nadie que pudiera ayudarlo a recuperar su hombría en la Colina Aurous, así que quería probar suerte en Punta Este.

También tenía una función importante que atender, el cumpleaños número 84 de su madre. Como su hijo mayor, él debe regresar para celebrar su cumpleaños.

Su madre le había pedido que invitara a Anthony al banquete de cumpleaños, pero por lo que se ve, parecía que Anthony todavía no lo había perdonado. A pesar de eso, él se aclaró la garganta y preguntó: “Tío Simmons, el cumpleaños de mi madre está a la vuelta de la esquina. Me gustaría invitarlo a unirse a nuestra celebración”.

Anthony dijo sin emoción: “Sr. Wilson, ya te lo he dicho, ya no tengo nada que ver con tu familia, así que no pierdas tu tiempo persuadiéndome para que asista al banquete de cumpleaños”.

Kenneth suspiró y asintió abatido. Aunque quería saltar sobre el viejo y darle una paliza, él