Charlie no sabía qué se apoderó de él cuando dijo: “No importa. Todavía queda el próximo año si no pudiste este año”.

Al haber dicho eso, se dio cuenta de que se había expresado mal.

Sin embargo, era demasiado tarde para enmendar el error.

Cuando Nanako escuchó las palabras de Charlie, se dio la vuelta para mirarlo emocionadamente y sus ojos se agrandaron cuando preguntó: “¡Señor Charlie! ¿Estás realmente dispuesto a acompañarme a disfrutar de los cerezos el otro año?”.

Charlie inconscientemente asintió cuando vio la expresión extremadamente expectante de Nanako.

Nanako estaba tan emocionada que no pudo evitar decir con gran anticipación: “¡Eso es genial! ¡Entonces te mostraré los mejores cerezos en Japón!”.

Como Charlie ya había dicho esas palabras, no dudó más al decir: “Cuéntame sobre los otros dos. Trataré de ayudar a lograr tus deseos el próximo año”.

“¡¿En serio?!”. La expresión de Nanako se llenó instantáneamente de extrema felicidad. Inconscientemente tomó el brazo de Ch