Después de que Charlie compró la cubierta para el teléfono celular, el episodio relacionado con el teléfono celular parecía haber terminado. Sin embargo, Charlie seguía sin entender por qué Marianne rompió a llorar por culpa de su teléfono celular.

En ese momento, los vendedores de la calle de la comida mostraron cualidades extremadamente hospitalarias y llenaron su mesa con una variedad de comida deliciosa.

Así que los tres olvidaron tácitamente el incidente mientras charlaban y comían.

A mitad de la comida, Marianne miró a Charlie y le preguntó: "Señor Wade, ¿cuándo vas a volver?".

Charlie respondió despreocupadamente: "Mañana por la noche. Me pregunto si tu padre habrá resuelto el problema de la casa de al lado. Si está resuelto, también podré volver después de que la familia del Tío Janus se mude mañana".

Marianne se sintió un poco decepcionada y no pudo evitar preguntar: "Señor Wade, ¿no piensas quedarte unos días más en Hong Kong?".

"No". Charlie sonrió ligeramente y dijo: