Muy pronto, un hombre de mediana edad con gafas que parecía muy civilizado y caballeroso entró con dos chicas jóvenes.

Las dos jóvenes mantenían la cabeza baja y parecían muy contenidas, probablemente porque estaban nerviosas.

Nada más entrar, Tyson vio a Shawn, quien estaba sentado en el sofá de cara a la puerta. Entonces, sonrió con mucha familiaridad y dijo: "¡Shawn! ¡Deja que te presente a dos recién llegadas que acaban de firmar un contrato conmigo!".

Shawn agitó la mano, sonrió y dijo encantado: "No tengas tanta prisa en presentármelas primero. Ven, déjame presentarte a mi joven y prometedor nuevo amigo".

Dicho esto, le dijo respetuosamente a Charlie: "Señor Wade, ¡permítame presentarle a alguien si le conviene!".

Tyson se limitó a ver la parte posterior de la cabeza de Charlie, y en un principio se preguntó por qué esta persona había sido tan grosera que ni siquiera había girado la cabeza cuando había entrado un invitado. Esto lo hizo sentirse un poco infeliz.

Sin embarg