Muchas personas en la escena sabían que Kenneth se había arrodillado una vez ante Charlie y lo había llamado su padre y abuelo. Por lo tanto, se rieron a carcajadas tan pronto como escucharon las palabras de Charlie.

Kenneth, que no quería desprestigiarse aún más, apretó los dientes y dijo: “¡Está bien, entonces! ¡Realmente tienes agallas! ¡Pagaré noventa millones de dólares por eso!”.

Jeffrey se tiró de las mangas antes de decir: “¡Presidente Wilson, noventa millones de dólares es demasiado caro para el ginseng púrpura! Esa cosa no vale tanto dinero. ¡No actúe de manera tan impulsiva y se deje engañar por ese bastardo!”.

¿Noventa millones de dólares sólo para comprar ese ginseng morado? ¡Ningún ginseng valía tanto dinero a menos que fuera por un ginseng que tenía más de mil años!

Aunque Kenneth era extremadamente rico, no era una persona extravagante ni derrochadora. Ya sentía un ardor en el bolsillo cuando tuvo que gastar quince millones de dólares solo para tener relaciones sexu