La pregunta de Charlie hizo que Jarvis entrara en pánico. Apenas podía ocultar su nerviosismo.

"Señor Wade, por favor, no se enfade... ¡Si esto no es suficiente, le arrancaré unos cuantos dientes ahora mismo! Si eso no es suficiente... ¡Le romperé la pierna! ¡Se lo compensaré!".

Charlie agitó la mano débilmente y dijo: "No es necesario. Él me ofendió accidentalmente por la tarde, y lo he hecho arrodillarse hasta ahora. Estoy seguro de que ha aprendido de sus errores".

Al oír eso, Cason se apresuró a arrodillarse en el suelo y se arrepintió seriamente: "¡Señor Wade, he aprendido de mis errores! Por favor, perdóneme...".

Charlie asintió con la cabeza, indiferente. "Está bien. No seguiré considerándote culpable".

Cason estaba encantado. Inmediatamente se inclinó una y otra vez y dijo agradecido: "¡Gracias, Señor Wade! ¡Gracias por su amabilidad! ¡Gracias!".

Charlie dijo: "No hace falta que me des las gracias tan rápido. No seguiré enfadado, pero no te ayudaré a restaurar tu fuerza