Los ninjas Iga y sus familiares fueron llevados por los soldados de Diez Mil Ejércitos tan pronto salieron de la aduana.

Todos los hombres adultos fueron llevados a Long Beach, mientras que los ancianos, débiles, enfermos y discapacitados fueron colocados en una mansión en los suburbios.

Hanzo y su clan fueron llevados a la villa alquilada por Porter en Long Beach, donde se reunió con su hijo, Kazuo.

En cuanto padre e hijo se encontraron, naturalmente suspiraron emocionados y rompieron a llorar.

Hanzo dijo con pesar: "Kazuo... Si hubiera sabido que este viaje a Estados Unidos iba a resultar tan malo, no te habría enviado...".

Dicho esto, Hanzo suspiró y dijo: "Ahora, cientos de personas se han visto reducidas al punto de abandonar sus hogares, y no se sabe cuándo podrán regresar...".

"¿Regresar?". Kazuo sonrió irónicamente y dijo: "Papá, nunca podremos volver a Japón en nuestra vida".

Hanzo preguntó sorprendido: "¿Por qué?".

Kazuo le dijo: "Todavía no has recibido la noticia,