Helena asintió suavemente y dijo en voz baja: “He escuchado a Felix hablar de eso antes. Se enfadaba mucho cada vez que lo mencionaba...”.

“Sí...”. Charlie sonrió con indiferencia. “Debe estar muy enfadado. De lo contrario, no habría sido tan hostil conmigo”.

Helena miró a Charlie y le preguntó: “Señor Wade, ¿cómo se convenció de aceptar los regalos de la familia Wade, entonces?”.

Charlie luego dijo de una manera autocrítica: “No tenía dinero en aquel momento y la benefactora que me salvó la vida necesitaba dinero para tratar su enfermedad. Mi esposa fue intimidada en la familia, y aunque tenía algo de mi propia ambición de niño pobre, la realidad simplemente no me permitía negarme”.

Después de decir eso, Charlie suspiró ligeramente y dijo emotivamente: “En aquel momento, pensé que aunque no fuera para mí, todavía tendría que aceptar los regalos de la familia Wade por el bien de mi benefactora salvavidas y mi esposa. Por lo tanto, me hice cargo de la compañía y pagué las facturas m