Aunque solo había estado inconsciente durante unos minutos, para Helena, ¡parecía como si ella hubiera pasado un siglo en la oscuridad!

Por lo tanto, en el momento en que se despertó, estaba respirando con dificultad como si ya hubiera agotado todo su oxígeno después de sumergirse en el fondo del mar y finalmente subir en el último minuto.

Inmediatamente después, su visión regresó y gradualmente recuperó todos sus otros sentidos.

Cuando vio a las dos personas frente a ella, Helena inmediatamente se dio cuenta de que fueron sus dos asistentes quienes le habían salvado la vida. Ambas habían recibido muy buena capacitación en primeros auxilios, y la razón por la que habían venido aquí con ella esta vez también era para garantizar su seguridad.

Después de eso, Helena sintió otro dolor agudo en su corazón. Cuando miró hacia abajo, vio que la oskiana seguía sosteniendo la jeringa con la epinefrina en la mano.

Helena estaba extremadamente nerviosa cuando preguntó: “Tú... ¿Me diste una inye