Sin embargo, Claire sabía muy bien en su corazón que le sería imposible colaborar con el Grupo Moore en proyectos que valían una inversión total de decenas de miles de millones de dólares de una sola vez en función de su fortaleza y habilidad actual.

La fortaleza general de su compañía ahora aún estaba lejos de la escala de la de una gran compañía de diseño. Además, ella todavía tenía el proyecto con el Grupo Emgrand a mano, por lo tanto la energía de la que ella podía disponer era aún más limitada.

Claire estimaba que a lo sumo, ella sería capaz de asumir solo una quinta parte de los proyectos que Jasmine había adelantado, los cuales valían decenas de miles de millones de dólares. Pero aunque fuera solo una quinta parte, seguía siendo un pedazo de pastel muy grande. Solo los honorarios de diseño ya rondaban los cuarenta millones de dólares.

Justo cuando Claire seguía sintiéndose extremadamente emocionada por esto, Jasmine, quien estaba frente a ella, en realidad estaba pensando