Yahiko se sentó en su coche y maldijo sin parar.

Era la primera vez que lo humillaban así.

Como líder de la familia Ito, ¿cómo pudo ser humillado por un joven chino? Sin olvidar cómo sus guardaespaldas también habían sido derrotados por Charlie. ¿El mismo Charlie incluso negó el reembolso de cuarenta y cinco mil millones de dólares acreditados en Farmacias Kobayashi?

¡Eran cuarenta y cinco mil millones de dólares sobre la mesa!

Equivalente a trescientos mil millones de RMB, era una suma significativa para cualquiera, e incluso los asquerosamente ricos encontrarían inaceptable perder tanto dinero sin una razón válida.

Como tal, Ito apretó los dientes y maldijo: “Juro que no soy digno como hombre, ¡si no consigo vengarme esta vez! ¡No solo quiero recuperar todo mi dinero, sino que también quiero que ese joven muera en Japón!”.

Tanaka, que estaba a su lado, respondió apresuradamente: “Presidente, el Sr. Wade es convincente. ¡Por favor, reconsidere cuidadosamente y sea prudente acerc