Nanako se quedó sin palabras completamente cuando se enfrentó a la pregunta de Charlie.

Después de quedarse sin palabras por un momento, ella repentinamente se sonrojó de vergüenza.

Esto se debía a que Charlie tenía razón, independientemente si se basaba en emociones o en razonamientos. En el análisis final, su maestro era de hecho quien había estado buscando problemas en todo este asunto. Charlie no tenía la culpa.

Nanako, que se sentía muy avergonzada de sí misma, solo pudo inclinarse respetuosamente frente a Charlie mientras decía: “Sr. Wade, fui demasiado impulsiva. Por favor entiéndalo. Al mismo tiempo, espero que no me lo reproche”.

Charlie asintió levemente.

Él también entendía los sentimientos de Nanako hasta cierto punto.

Después de todo, todos podían ser objetivos y justos cuando no se trataban de ellos mismos. Sin embargo, cuando se trataba de algo que obviamente estaba relacionado con ellos y se refería a sus propios intereses, entonces sería muy difícil para ellos se