Kazuki le dijo a Nanako: “Nanako, creo que serás capaz de noquear a tu oponente en el acto en el primer asalto de esta pelea. Por lo tanto, ya no iré a tu cuadrilátero para guiarte”.

Nanako preguntó con curiosidad: “Maestro, ¿va a ver la pelea de Aurora?”.

“Sí”. Kazuki respondió: “Voy a ver cuán poderoso es su entrenador que es capaz de destruir a ese Hanson Zavier de un solo golpe. Si él es realmente talentoso, definitivamente representará una gran amenaza para nosotros en el futuro. Además de eso, también quiero ver si Aurora Quinton ha hecho algún progreso bajo su dirección”.

Jiro se acercó apresuradamente y dijo con una expresión seria en su rostro: “Sr. Yamamoto, por favor adelante. ¡Definitivamente acompañaré a la Señorita Ito hasta que termine con su pelea!”.

Kazuki simplemente sacudió su cabeza impotentemente.

De hecho, a él tampoco le agradaba Jiro. Sentía que un hombre como él que era tan débil físicamente e impotente no era digno de su espectacular discípulo. Además, no