Lady Wilson estaba un poco confusa. Ella no entendía por qué lo primero que hacía su hijo después de despertarse era enfrentarse a Elaine, así que se apresuró a preguntar: “Christopher, ¿cuál es tu problema con Elaine?”.

Christopher gruñó enojadamente: “¡Esa p*rra de Elaine tiene docenas de sombreros verdes en su balcón! Dime, ella lo hizo intencionalmente, ¡¿no?!”.

Lady Wilson se quedó boquiabierta y exclamó: “¿Qué? ¿Estás hablando en serio?”.

Christopher apretó los dientes con consternación. “Sígueme y verás”.

Ambos salieron de la puerta inmediatamente.

Efectivamente, tan pronto como Lady Wilson salió, vio veinte sombreros verdes ondeando con el viento en el balcón de la habitación de Elaine.

Al ver eso ella perdió la cabeza y puso el grito al cielo: “¡Elaine! ¡Esa p*rra! ¡Ella debió haber visto el video del hospital y se está burlando deliberadamente de nosotros!”.

Christopher asintió con la cabeza indignado y dijo: “¡Sí, Mamá, por eso no puedo permitir que se salga con la su