Bernard se angustió por las palabras de Jasmine.

Su rostro se puso feo, porque sabía que era el objetivo. Lo peor de todo, la gente a su alrededor se alegraba por su desgracia.

Este era el momento en que, finalmente, aprendió su lección. Sus clientes no eran los únicos indignados por él. Incluso hasta los otros multimillonarios lo odiaban.

Finalmente, se dio cuenta de la maldad que tiene un paquete de venta forzada. El trato estaba dirigido a aquellos a quienes les gustaba un determinado artículo. El vendedor conocía la obsesión del mercado con el producto, por lo tanto se utilizaba una forma alternativa para hacer que el comprador pagará más por los bienes.

Si el comprador se negaba, el vendedor declararía que era su política de ventas. Para aquellos quienes querían los productos, debían de estar de acuerdo y pagar. Si se negaban, podrían optar por no comprar y retirarse.

La obsesión de Bernard con la Píldora Rejuvenecedora no era solo porque le gustaba. Tenía que ver con su salu