Es imposible no tratar de pensar ¿Qué hacía allí ese día? Pero son de esas preguntas a la que nunca tendré respuesta, mi tía siempre ha querido que generé más “ganancia” cada Noche trataba de agregar a más cantidades de cliente a mí “trabajo”, hasta cobra de más si ellos no usan preservativo, lo cual es obligatorio en el negocio.
Ya mi cuerpo no resiste, siento que no puedo más, solo espero que llegue el día en que me tenga que ir, Miles de forma de quitarme la vida ha pasado por mi mente, pero solamente soy tan cobarde que no puedo
Hoy la noche parece entender lo que siento, esa soledad y vacío, estoy en la barra esperando para hacer mi acto de bailar con telas, suspiro al llegar el momento.
Me dirijo a dirección del escenario y veo a mi tía.
—Hola, Vale, necesito que me firmes acá— Me muestra una hoja.
—Debo bailar tía.
—Es rápido, no me hagas perder la paciencia
—Ok está bien lo haré— firmó el documento
Subo a la tarima y comenzó a bailar, por lo menos siento que mi vida no es este infierno el que me tocó vivir, que puedo tener 5 segundos por lo menos fiera de la realidad o eso pensaba, sentía mi cuerpo tan débil que solté una de las telas y sentí un dolor enorme cuando mi cuerpo impacta en el piso, todo se siente que pasa a cámara lenta, el sonido de la música, las personas gritando, y otros acercándose a mí.
No puedo moverme, es como si todos mis huesos se hubieran roto, una sonrisa se forma en mi rostro en pesar que llegó mi hora y que saldría de este infierno, mis párpados se sienten pesados, tengo tanta sed y todo se vuelve negro
—Bueno ya hiciste tu trabajo debes irte— escucho la voz de un chico
—No entiendo por qué la quieres después de todo lo que te dije de ella—habla mi tía
—Es mi asunto de ahora en adelante, ahora puedes ser feliz y dejar de sufrir por esta chiquita
Trato de abrir mis ojos, pero simplemente aún no puedo no entiendo qué está pasando
¿Quién es él?, ¿Por qué mi tía me deja? ¿Qué está pasando?
La sensación de un pequeño resplandor del sol en mi rostro, poco a poco abro mis ojos, para lograr observar que proviene de la ventana, veo a mi alrededor para detallar en lugar donde estoy.
Me encuentro en una habitación, tiene las paredes de color blanco, tiene algunos pequeños cuadros pintados, observó también tres puertas una puedo detallar que es del closet.
Me imagino que la otra es la puerta al baño y la otra es de salida, también veo una peinadora de madera, encima de ella hay perfumes y maquillajes, tiene un espejo ovalado con algunos detalles de flores.
A mí, lado hay una mesita de noche con una jarra de agua, un vaso y algunos medicamentos, trato de levantarme, pero no puedo, quitó la sábana que cubre mi cuerpo y mi mirada viaja a mi pierna derecha cubierta con un yeso, no entiendo nada y la puerta del cuarto se abre.
Una señora entra no tiene más de 35 años, morena, alta y viste de enfermera
—Por fin despertaste
—¿En dónde me encuentro?—Pregunto
—En su casa señora Valeria.
—¿Cómo sabes mi nombre?, Está no es mi casa
—Debió ser por el golpe pero ya recordará todo
—¿Y mi tía?, ¿Dónde está?
—No sé dé que tía habla, pero tranquilícese mi nombre es Jenny y soy su enfermera
—¿Mi enfermera?— preguntó confundida
—Sí señora su esposo me contrató para que la cuidara mientras se recupera de la caída que tuvo en las escaleras
—¿Esposo?, Yo no me caí de las escaleras, exijo una explicación de todo esto
—Él se la dará pronto, pero ahora está en un viaje de negocio le recomiendo que se tranquilice y ya le traeré algo de comer— Se aleja y cierra la puerta detrás de ella.
—Sé lo que estás pensando así que tranquila no soy tu “esposo”
—¿Quién eres?, ¿Me podrías explicar qué hago acá?
—Eso no me incumbe solo soy el asistente personal de cuya persona está casada contigo
—¿Cuál es el misterio?
—No lo sé, pero deja de preguntar tanto yo no tengo las respuestas, pero-la puerta se abre— El sí—Entra un chico alto, tez morena, cabello castaño ojos café, solo me observa y me doy cuenta de que a esta persona la había visto antes, era uno de los clientes del bar.
—Hola, preciosa.
—Ho... Hola.
—Veo que te sorprende que yo sea tu esposo.
—Es que no entiendo el porqué estoy acá, sencillamente.
—Porque se me antoja y te quiero para mí solamente eso.
—Yo me quiero ir
—No chiquita acá no se hace lo que tú dices ¿Piensa que gaste tanto en ti para no disfrutar— Su mirada viaja a Víctor, es una mirada fría y él entiende, se retira dejándonos solo
—No entiendo cómo es eso que estamos casados si hasta donde yo sé usted señor tiene una esposa y un hijo.
—Eso no te incumbe será lo mismo que en el club solo que estoy cansado de compartirte con otro.
—Esto sencillamente no está bien Marcos—Trato de alejarme, pero él me sostiene con fuerza el brazo.
—Deja de pensar tanto solamente quiero estar con mi mujer.
—Yo no soy tu mujer.
—Lo has Sido y lo serás-Me besa el cuello—Recuerda cuando me pedías más y más—Sus labios forman una sonrisa.
—No quiero hacerlo
—Pues lo harás no te queda de otra-me lleva a la fuerza a la habitación, mientras él se quita la ropa trato de abrir la puerta y está cerrada él me toma nuevo del brazo y me voltea para que quede frente a él, me mira con rabia y me da una bofetada, donde caigo al suelo—Si no es por las buenas será por las malas.
Ahora no entiendo nada, ¿En dónde estoy? ¿Quién es ese chico que dice ser mi esposo?, ¿Qué hago acá?
—Sé lo que estás pensando así que tranquila no soy tu “esposo”—¿Quién eres?, ¿Me podrías explicar qué hago acá?—Eso no me incumbe solo soy el asistente personal de cuya persona está casada contigo—¿Cuál es el misterio?—No lo sé, pero deja de preguntar tanto yo no tengo las respuestas, pero-la puerta se abre— El sí—Entra un chico alto, tez morena, cabello castaño ojos café, solo me observa y me doy cuenta de que a esta persona la había visto antes, era uno de los clientes del bar.—Hola, preciosa.—Ho... Hola.—Veo que te sorprende que yo sea tu esposo.—Es que no entiendo el porqué estoy acá, sencillamente.—Porque se me antoja y te quiero para mí solamente eso.—Yo me quiero ir—No chiquita acá no se hace lo que tú dices ¿P
Narra AmadoMe encuentro en la empresa en mi oficina viendo la cara que me hace unos de mis mejores amigos luego de ofrecerme un trato.—Tendrías muchas ganancias si aceptas.—¿El que te contrate?—Río— porque quisiera verte la cara todos los días.—Oh Papi sabes que no te arrepentirás— Ríe y luego vuelve a colocar su semblante serio— Sé que tú puedes con este negocio.—No sé si la palabra será negocio.—Eres inteligente y brillante —Suspira— Solo ve las fotos— Me las muestra y detalló cada una de ella una curiosidad entra en mí.—¿Seguro que quieres que haga esto?—No todos tenemos el negocio y el poder que tienes.—Lo sé— sonrió para observar aún serio— Está bien hablaré con él y lo demás lo pensaré pero con
Narra ValeriaDesperté con un dolor de cabeza y mucha sed, miro a mi alrededor y puedo observar a una persona sentada en un sofá mirándome, veo en todas las direcciones me doy cuenta que estoy en el historial.—¿Que hago acá Victor?.—Recuperándote del incendio.—¿Marcos?.—No tienes porque preocuparte.—¿Fuiste tú quien me salvó?.—Niega— No, pero debemos hablar sobre eso.—¿De quien me salvó?.—Algo así, tranquila los vecinos llamaron por el incendio y llegaron los bomberos, pero hablo de alguien quien te salvó de Marcos.—No entiendo.
Narra ValeriaHas sentido la necesidad de proteger a alguien que amas, sin duda nunca imaginé ser madre, pero el bebé no tiene culpa de nada de lo que ha pasado lamentablemente no puedo decir quién es su padre porque ni yo lo sé.Tengo muchas dudas que me rodean, pesadillas que no me dejan dormir, ha pasado una semana desde que estoy en el hospital, hoy me realizarán mi primera ecografía—Debes dejar de pensar tanto, lista para ver a tu bebé.
Mi decisión está tomada ¿Pero será la correcta?—No me quiero casar.— Camino de un lado a otro.—Ya creo que es tarde todos te esperan afuera.Me observó detalladamente en el espejo, llevo un hermoso vestido de novia, pero todo es falso a pesar de crecer que es mi salvación no puede ser mi única opción debe haber otra.Pensamientos como: si me caso estoy vendiendo a mi hijo, un bebé que no tiene la culpa de nada y necesitan vivir su vida.—Ayúdame.—No puedo ayudarte a dejar a mi amigo plantando.—Yo quiero estar bien criar a mi hijo, hacer esta falsa no me ayudará.—Vale debes pensarlo porque si lo dejas plantado él no te volverá ayudar.—No importa, no me importa más nada que m
Era divertido verla pelear y estar sorprendida por pequeñeces a mi estilo de vida, le molestaba el jet, le molestaba los sitios caros decía que pensaba en esos que tenían necesidad, no podía restarle importancia siempre viví así, pero entiendo que su vida era distinta antes de volver al mundo real la lleve a caminar por las calles de París debo admitir que se veía como una niña linda, tiernaPara mí aún es una niña encerrada en un cuerpo de mujer con miles de tormentos que la rodean y aun así su sonrisa es única, en estos dos días no la he visto llorar o quejarse de algo aparte de mi manera costosa de vivir—Sigo diciendo que es muy extravagante —Sube al autoEn el camino ninguno dice nada, hasta llegar al hotel donde nos quedamos—Hay una ducha, puedes bañarte y ya están las cosas aquí por si quieres cambiarte, iré al gimnasio un rato —digo dando indicac
La inseguridad en una persona especial sin saber por qué o cómo me importaba tanto para protegerla sabía podía conocer mi dolor como yo el de ella, pero no tarde mucho el darme cuenta qué oscuridad era más grande que la mía.El convivir con personas no era para mí, lo mío eran los negocios, ser serio y calculador, los problemas no tardaron en llegar acompañados de los tormentos tanto de ella como los míos se hicieron presentes, sus miedos y los míos siguen latentes.Yo no me puedo encariñar no le puedo dar amor y sé que ella para mí tampoco, no creo en el amor ella tampoco, pero ya algún que creemos que es el bebé Necesita una familia, como la que ella perdió y bueno La que tuve, pero nunca sentiría Y eso iba a ser parte de nuestro problema.Narrador omniscienteEl día terminó y ambos aún estaban en el sofá, viendo películas.<
—Hola a todos —Dice al entrar a la sala donde encuentra a sus hermanos y sus padres.—Hola, hijo adelante —Sonríe la mamá.—Hola, vale siéntate con nosotros—Dice el papá.—Claro—dice entrando y sentándose.—¿Cómo les fue hermano?—Pregunta Eugenia.—Genial, Paris es hermosa.—Les trajimos chocolate.—Sonríe el papá —Gracias yerna pocas veces recibimos visitas o regalos de Amado—Vale sonríe— Amado él prefiere ese nombre—Dejo que vale hable con mis padres, hasta que mi hermano habla.—Ese vestido te cae bien, para ser alguien tan de clase baja—Dice sonriéndoleLo mira enojado y me levanto dispuesto a golpearlo, ella lo toma de la mano y lo mira para que se vuelva a sentar.—Gracias, pero es raro que un hombre sepa tanto de moda.—Eugenia ríe— Siempre lo dijeSuspiro y me vuelvo a sentar—¿Cómo van