Mi decisión está tomada ¿Pero será la correcta?
—No me quiero casar.— Camino de un lado a otro.
—Ya creo que es tarde todos te esperan afuera.
Me observó detalladamente en el espejo, llevo un hermoso vestido de novia, pero todo es falso a pesar de crecer que es mi salvación no puede ser mi única opción debe haber otra.
Pensamientos como: si me caso estoy vendiendo a mi hijo, un bebé que no tiene la culpa de nada y necesitan vivir su vida.
—Ayúdame.
—No puedo ayudarte a dejar a mi amigo plantando.
—Yo quiero estar bien criar a mi hijo, hacer esta falsa no me ayudará.
—Vale debes pensarlo porque si lo dejas plantado él no te volverá ayudar.
—No importa, no me importa más nada que m
Era divertido verla pelear y estar sorprendida por pequeñeces a mi estilo de vida, le molestaba el jet, le molestaba los sitios caros decía que pensaba en esos que tenían necesidad, no podía restarle importancia siempre viví así, pero entiendo que su vida era distinta antes de volver al mundo real la lleve a caminar por las calles de París debo admitir que se veía como una niña linda, tiernaPara mí aún es una niña encerrada en un cuerpo de mujer con miles de tormentos que la rodean y aun así su sonrisa es única, en estos dos días no la he visto llorar o quejarse de algo aparte de mi manera costosa de vivir—Sigo diciendo que es muy extravagante —Sube al autoEn el camino ninguno dice nada, hasta llegar al hotel donde nos quedamos—Hay una ducha, puedes bañarte y ya están las cosas aquí por si quieres cambiarte, iré al gimnasio un rato —digo dando indicac
La inseguridad en una persona especial sin saber por qué o cómo me importaba tanto para protegerla sabía podía conocer mi dolor como yo el de ella, pero no tarde mucho el darme cuenta qué oscuridad era más grande que la mía.El convivir con personas no era para mí, lo mío eran los negocios, ser serio y calculador, los problemas no tardaron en llegar acompañados de los tormentos tanto de ella como los míos se hicieron presentes, sus miedos y los míos siguen latentes.Yo no me puedo encariñar no le puedo dar amor y sé que ella para mí tampoco, no creo en el amor ella tampoco, pero ya algún que creemos que es el bebé Necesita una familia, como la que ella perdió y bueno La que tuve, pero nunca sentiría Y eso iba a ser parte de nuestro problema.Narrador omniscienteEl día terminó y ambos aún estaban en el sofá, viendo películas.<
—Hola a todos —Dice al entrar a la sala donde encuentra a sus hermanos y sus padres.—Hola, hijo adelante —Sonríe la mamá.—Hola, vale siéntate con nosotros—Dice el papá.—Claro—dice entrando y sentándose.—¿Cómo les fue hermano?—Pregunta Eugenia.—Genial, Paris es hermosa.—Les trajimos chocolate.—Sonríe el papá —Gracias yerna pocas veces recibimos visitas o regalos de Amado—Vale sonríe— Amado él prefiere ese nombre—Dejo que vale hable con mis padres, hasta que mi hermano habla.—Ese vestido te cae bien, para ser alguien tan de clase baja—Dice sonriéndoleLo mira enojado y me levanto dispuesto a golpearlo, ella lo toma de la mano y lo mira para que se vuelva a sentar.—Gracias, pero es raro que un hombre sepa tanto de moda.—Eugenia ríe— Siempre lo dijeSuspiro y me vuelvo a sentar—¿Cómo van
—Vale se encuentra inquieta mientras duerme.—¿Quién eres que haces?—Un amigo de tu tía y quiero ser tuyo—No, por favor no—Se acerca y veo a la puerta, esta ella allí mirando— ayúdame, tía no te alejes—Su risa aún me perturba, su mirada me sigue—Murmura dormida— ayúdame, no me dejes—la mira— sí que hay mucho que no sé—Dice acariciándole la mejilla— no te dejaré—le susurra esperando que oiga—Solamente lo abraza, corresponde el abrazo y duerme. Al día siguiente se despierta y no lo ve.—Amado—Dice medio dormida—Estaba en el baño, dándose una ducha que no la escucho—Se levanta y baja a la cocina, la comida ya estaba lista,
—Vale se encuentra inquieta mientras duerme.—¿Quién eres que haces?—Un amigo de tu tía y quiero ser tuyo—No, por favor no—Se acerca y veo a la puerta, esta ella allí mirando— ayúdame, tía no te alejes—Su risa aún me perturba, su mirada me sigue—Murmura dormida— ayúdame, no me dejes—la mira— sí que hay mucho que no sé—Dice acariciándole la mejilla— no te dejaré—le susurra esperando que oiga—Solamente lo abraza, corresponde el abrazo y duerme. Al día siguiente se despierta y no lo ve.—Amado—Dice medio dormida—Estaba en el baño, dándose una ducha que no la escucho—Se levanta y baja a la cocina, la comida ya estaba lista,
Preparó pasta con salsa y pollo, después de un rato lo sirvo y le acercó la comida, mientras saco unos vasos para darle jugo. Ella sonríe y le devuelvo la sonrisa.—Está delicioso —Dijo comiendo.—Gracias —Comienzo a comer.—Suspira— Se están moviendo —Dice sonriendo.—Sonrío— Les gusta la pasta.—Puede que sí.—Podría hacerlo todos los días.—Estarías genial—Eso haré si quieres.—Gracias por estar más en casa.—Es normal, ya van a nacer los bebés y necesitarás más apoyo.—Bueno es raro.—¿Por qué?—Que no hayas llamado a miles de personas, para c
Me sentía nervioso al esperar que saliera el doctor, había pasado casi un día desde que ella comenzó con las contracciones. No me imaginaba que un parto podía durar tanto, me sentía nervioso y a la vez ansioso, se acerca la enfermera.—¿Cómo está? ¿Cómo están los bebés?.—Están perfectamente, ya la pasamos a un cuarto para más privacidad.—¿Puedo verla?—Claro —Me acompaña hasta la habitación— Felicidades.—Gracias.Entro al cuarto y la veo mirando a un punto fijo, sonrió al verla.—Hola, ¿cómo estás?— Le preguntó.—Un poco cansada.— Me imagino, deberías descansar.—¿Quieres conocerlos?.—Claro —Le s
Llegamos a la que ahora puedo llamar mi hogar, la veo sentándose en el sofá con la nena en brazo y algo cansada, Thiago dormido en mis brazos. No puedo crecer que siempre me negué de tener esta vida, aunque no es fácil lo que viví.Flash Black—Vamos Amado no estés molesto.—Como no lo voy a estar, Marianella estás empezando el embarazo y te caíste de la pasarela.—Es mi trabajo lo olvidas.—No, pero estar montadas en tacones no es de mi agrado al estar en tu estado.—Vamos exageras.—No exagero si fuera así no estuviéramos camino al hospital, además pronto nos casaremos.—Te dije que no dejaré mi trabajo.—No quiero que mi esposa esté mostrando su c