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Rosalie caminaba por las bulliciosas calles de la ciudad, inmersa en sus pensamientos, mientras personas apresuradas pasaban a su alrededor. El ruido de los coches llenaba el aire, mezclándose con el viento helado que tocaba su rostro. Ella se preguntaba repetidamente por qué François estaba tan empeñado en protegerla. "¿Tal vez estaba enamorado de mí?" En medio del frenesí de la vida urbana, Rosalie se sentía culpable por nutrir sentimientos por François. Después de todo, Duncan había sido su gran amor, y el dolor de su pérdida aún resonaba en su corazón. Era difícil para ella aceptar que su corazón pudiera pertenecer a otra persona, especialmente a alguien que parecía gustarle a Duncan. Mientras la duda y la confusión la atormentaban, Rosalie oyó de repente una voz conocida cortando el ruido a su alrededor. Era la voz de François, que la había seguido hasta allí. Su corazón dio un salto en el pecho, y ella se volvió para encontrarlo parado delante de ella. En sus ojos, Rosalie
En la imponente mansión, situada a una considerable distancia de la capital, se encontraban reunidos los distinguidos ancianos de la poderosa e influyente familia Valois. En la espaciosa sala, una atmósfera cargada de tensión envolvía a todos, mientras una fotografía estampada en el periódico de la viuda de Duncan yacía sobre la mesa. Esa imagen misteriosa, que capturaba a Rosalie en los brazos de un hombre desconocido, provocó una acalorada discusión entre los presentes. Entre los miembros del linaje Valois, uno de ellos se atrevió a alzarse, su voz resonando con una intensidad que eclipsaba a las demás. Era Victor Valois, cuya declaración resonó por la sala, haciendo eco de la indignación que impregnaba la atmósfera. Él era tío de Duncan. — ¡La viuda está manchando el sagrado nombre de los Valois! ¡Duncan dejó este mundo hace poco, y ella se permite ser vista públicamente, envuelta en los brazos de un extraño! - Las palabras de Victor resonaron como truenos, conquistando la atenci
Todos esperaban la respuesta de Ambrosina, pero otra persona se levantó a la mesa. El clima estaba tenso, mientras que Rosalie podía oír los latidos de su corazón, sin embargo, de ninguna manera ella podía entregar a François de aquella forma. Sabía que los Valois podrían hacerle daño, porque para ellos, lo único que importaba era la imagen de los Valois. En aquel momento, Louie Valois se pronunció: - Llegamos a un punto muerto terrible entonces, Rosalie. sin embargo, estoy dispuesto a sacrificarme por el bien de la familia! Todos los pares de ojos se volvieron hacia Louie, incluso los de Rosalie. - ¿Qué estás sugiriendo, Louie?- preguntó la anciana. Louie volvió su mirada hacia Rosalie, y ella vio un brillo de triunfo en aquellos ojos mordaces. — Me casaré con Rosalie, y pondré fin a los rumores. La familia seguirá fuerte, y todo seguirá siendo de los Valois. ¡No podemos arriesgarnos a que le entregue nada a un hombre! Rosalie se levantó, sintiéndose indignada con la propues
Rosalie se sintió asqueada, mientras Louie sonreía triunfalmente. Pero ella sabía que esa era la única manera de preservar su poder, y necesitaba ese poder para ir tras el asesino de Duncan. Ella y Louie fueron llevados a una sala, donde todos los detalles de la boda fueron arreglados. Incluso la fecha. Rosalie fue nuevamente llevada a otro lugar, y enseguida ella vio maquilladoras, peluqueras entrando en el enorme cuarto al cual ella fue puesta. De repente, vio lo que venía. Su cabello fue cuidadosamente peinado y cuidado, y un vestido azul oscuro preparado para ella. Cuando todo estaba listo, ella fue conducida por guardaespaldas hacia la sala principal, donde ocurriría la recepción con la prensa. Su compromiso sería anunciado el mismo día. "Oh Dios, si Duncan estuviera aquí" Toda la sala estaba preparada para la llegada de los periodistas, había macetas de flores blancas y rojas por todas partes, innumerables sillas distribuidas en filas. Y en el centro, dos enormes sill
Una ola de pavor recorrió todo el cuerpo de Rosalie, dejándola paralizada ante la pregunta intrigante de François. Sus brazos se levantaron, sosteniendo sus muñecas firmemente, manteniéndola cautiva en la cama. Su mirada intensa y penetrante la envolvía por completo, dejándola con una sensación de impotencia e incertidumbre. Mientras intentaba procesar la situación, se preguntaba: "¿Siempre ha sido tan dominante?"La pregunta resonaba incesantemente en su mente, confundiendo sus pensamientos y aumentando la tensión que flotaba en el aire. En medio del pesado silencio, François insistió, repitiendo la cuestión. En este momento, Rosalie encontró el coraje para enfrentar la situación. Reunió fuerzas y finalmente dejó que su voz se manifestara, rompiendo el bloqueo momentáneo que la impedía expresarse.Con una mezcla de aprensión y determinación, ella preguntó:- ¿Qué haces aquí? - Tu voz sonó temblorosa.Cuando no respondió a su pregunta, pero aún la mantuvo en la cama, Rosalie sintió qu
Al oír la respuesta de Rosalie, Duncan quedó sorprendido y perplejo. Se sintió como si le hubieran dado de lleno, como si lo hubieran usado todo el tiempo que estuvo a su lado. La frialdad con la que habló sobre la necesidad de tener un hombre a su lado para apoyarla en los negocios hizo que un sentimiento de traición y decepción lo invadiera. La realidad de que Rosalie estuviera dispuesta a casarse con el hermano de su difunto marido, aun conociendo todas las atrocidades que Louie había cometido, sacudió a Duncan hasta el fondo. Era como si el suelo se abriera bajo sus pies, dejándolo sin rumbo y sin comprender las verdaderas motivaciones de Rosalie. Sintiéndose usado y engañado, Duncan luchó para encontrar palabras, mientras una mezcla de ira y tristeza inundaba su ser. La mujer que él pensaba que era la mujer de su vida, por la que estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío, parecía tener una faceta oscura y egoísta que él no conocía. El silencio pesado se cernía entre ellos
Unos días después, Rosalie se despertó con el teléfono sonando repetidamente. Ella sentía todo su cuerpo dolorido, ella no había conseguido dormir bien la noche, y acabó tomando un poco de vino. Cuando ella contestó la llamada, su voz estaba grave y ronca. - Hola? Ella sentía un sabor amargo en su boca. La voz de Leonor al otro lado de la línea era urgente. - Sra. Valois, debe venir a la empresa inmediatamente. Rosalie se sentó inmediatamente en la cama, sintiendo todo su cuerpo estar en alerta. - ¿Qué pasa, Leonor? - Señora, venga a la empresa inmediatamente. La línea quedó muda y Rosalie se levantó de inmediato. Se arregló rápidamente y se fue a la empresa. Cuando Rosalie entró en su oficina, Leonor entró entonces varios teléfonos estaban sonando. Ella miró a su asistente y le preguntó: - ¿Qué pasa, Leonor? — Señora, el Grupo Lecomte ha atacado el Grupo Empire. Han empezado a cerrar acuerdos absurdos con varios de nuestros clientes. Sus precios son tan baratos que es i
Rosalie estaba inmersa en sus pensamientos, enumerando meticulosamente todas las estrategias que podrían adoptarse para revertir la situación del Grupo Empire, que seguía perdiendo clientes. Mientras se concentraba en las soluciones, su mirada, por un momento, se desvió hacia el reloj en la pared, revelando que el tiempo avanzaba, y ya pasaban de las diez de la noche. "Tengo que volver a casa, pasar la noche aquí planeando no servirá de nada." "No entiendo por qué el Grupo Lecomte está haciendo eso. Ellos no van a beneficiarse vendiendo sus productos a un precio tan absurdamente bajo como esos, parece que eso es solo para hundirnos, independientemente de si van juntos en el proceso" En ese instante, ella notó que Louie había arrastrado su silla más cerca de ella, creando una proximidad incómoda. La sensación incómoda hizo que Rosalie se alejara, regañándole delicadamente: - No tiene que acercarse tanto. - Su voz traía una firmeza innegable, marcando una frontera clara entre ambos