Cap. 32

impostor por amor

Manuela

¡Escroto, qué arrogante es y se cree ser! Solo dije que acepté casarme con Augustos para molestarlo, ¡porque nunca lo haré! Al menos no tiene ningún sentido. Más aún con todo lo que viene, pronto mi bebé estará aquí demostrando que es real, y me alegro de que Ascânio me odie, porque nunca sospechará que estoy embarazada de él. Ya que su odio por mí es claro. Sinceramente, llego a no creer que fuera ese hombre tan cariñoso y apasionado!

"¡Ah! ¡Manuela, ama a tu hermana! ¡Deja de engañarte, nunca fue para ti!"

Ya me dirigía a mi habitación con la cabeza llena de pensamientos dolorosos cuando, al final del pasillo, de repente...

Una Mariela agitada y nerviosa me saca de mis pensamientos, luego me arrastra por el pasillo hasta su habitación. ¡Pronto comienza a llorar desesperada y sin la menor vergüenza, y luego comienza a suplicarme!

— ¡Por favor no te cases con mi Augustos, él lo es todo para mí! "¡No puedo vivir contigo siendo su esposa!" — Hago lo que