Pasamos la noche, llenándonos la boca de comida china y pasándola bien. Vimos una película, hablamos, mamá incluso habló un poco sobre lo emocionada que estaba de ser abuela... algo que estoy segura de que nunca contaría... o podría contarle a papá.

No dejaba de decirme que sabía que él sería feliz cuando naciera el bebé, que tan pronto como lo viera, los amaría... yo no estaba tan segura.

... pero el tiempo de mamá en Forks había llegado a su fin y tenía que irse pronto.

La tía Katie había salido de compras y nos había dado a mamá y a mí algo de tiempo para despedirnos. Ella estaba lista para irse, así que la acompañé.

“Entonces, vas a estar bien, estás en buenas manos con Katie”. Asenti. Sabía que mis padres ni siquiera considerarían dejarme aquí de otra manera.

“Te voy a echar de menos”. Admití. Ella me atrajo hacia un fuerte abrazo.

“Escucha, tu padre y yo sabemos que cualquier trabajo que consigas antes de que nazca el bebé no será nada especial. Cubriremos los gastos de man