Tocamos tierra, era el filo del amanecer, estaba comenzando a salir el sol, aunque ciertamente debo admitir que todo el viaje estuve más pendiente de mi esposa que del paisaje , además claro que en la oscuridad de la madrugada no hay mucho que ver, me quito el sombrero con la habilidad de este piloto.
Al bajar del aparato, mi esposa se fue detrás del avión a vomitar, por lo que no me di mucha cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, mientras la ayudaba en el trance escuché gritos, saludos y algunas palabrotas.
Tocan el hombro, es mi amigo Ramiro, no me di cuenta en principio, su estampa distaba mucho de la que tenía la última vez que nos vimos allá en Roma, hoy cargaba jeans desteñidos, zapatos de esos que usan los obreros de los países del primer mundo, que de tan cómodos merecen ser utilizados para diario y la barba de los últimos quince días cuando menos, si no es por su voz me hubiese asustado, claro, al reconocimiento fue el abrazo, el saludo fraternal de quienes c
Era época de vacaciones y las universidades hacen eso que llaman semestre de verano, mi amigo Alexis Trujillo, el periodista, me llamó a ver si podía cubrir una vacante pues el docente se enfermó a última hora y tocaba buscar un reemplazo, como Alexis sabía que andaba de vacaciones y no salí a ninguna parte me lo ofreció, acepté de inmediato.La primera semana de clases me peleé con un alumno por un mal procedimiento de resolución de una ecuación básica para cualquier ingeniero, discutimos acaloradamente hasta que el joven ya harto de la discusión (como solo lo hacen los niñatos arrogantes) sacó sus apuntes del semestre anterior, cuando cursó una materia con el profesor en cuestión, ahí entendí el problema.Al final tuvimos que empezar desde cero para que el joven entendiese y se convenciera que estaba equivocado, la culpa en realidad había sido del profesor que le dijo como verídica una barbaridad matemática. El asunto salió de las aulas y se regó bastante rápido por el
Era época de vacaciones y las universidades hacen eso que llaman semestre de verano, mi amigo Alexis Trujillo, el periodista, me llamó a ver si podía cubrir una vacante pues el docente se enfermó a última hora y tocaba buscar un reemplazo, como Alexis sabía que andaba de vacaciones y no salí a ninguna parte me lo ofreció, acepté de inmediato.La primera semana de clases me peleé con un alumno por un mal procedimiento de resolución de una ecuación básica para cualquier ingeniero, discutimos acaloradamente hasta que el joven ya harto de la discusión (como solo lo hacen los niñatos arrogantes) sacó sus apuntes del semestre anterior, cuando cursó una materia con el profesor en cuestión, ahí entendí el problema.Al final tuvimos que empezar desde cero para que el joven entendiese y se convenciera que estaba equivocado, la culpa en realidad había sido del profesor que le dijo como verídica una barbaridad matemática. El asunto salió de las aulas y se regó bastante rápido por el
Epilogo Hugo nunca más volvió a escribir nada, pregunté a quién envió el diario y me contó que supieron de él algunos meses después, cuando ya estaba hospitalizado, sin memoria y con unos delirios extraños, nunca supo decir quien había sido ni de dónde venía, pasaba horas deprimido sin saber a ciencia cierta la razón. Se volvió motivo de estudio pues casos como ese se hay muy pocos en este país, vivió tres meses como un animalito hasta el día en que se escapó disfrazado de enfermero. Ya para ese tiempo estaba calmado, parecía inofensivo, así que los médicos tratantes decidieron dejarlo andar a su gusto por el ala psiquiátrica a fin de que quizás así pudiera recordar algo de su vida anterior y de su identidad borrada.Luego de haber leído sus memorias, saber además que no hubo final feliz, me propongo hablar con el médico tratante y algunos otros que lo conocieron en vida para hacer un mejor retrato de su personalidad, ese testimonio en digital d
Como respuesta a la última pregunta, el doctor me invitó a tomar un café fuera, dijo que necesitaba fumar antes de darme alguna contestación coherente, salimos del hospital, paramos en un merendero cercano donde pedimos dos cafés grandes y nos fuimos caminando hasta el estacionamiento , la verdad no quería caminar tanto y le ofrecí un cigarrillo de los míos pero el doctor dijo que no le gustaban esos, imaginé que era de los fumadores que solo fuman una marca especifica (como yo por ejemplo) y quería buscarlos en su vehículo que para mala suerte estaba estacionado casi escondido al final de una fila de carros abandonados, de esos que salen de circulación pero que por embrollos administrativos sale mejor dejarlos perder antes que venderlos o darles mejor uso.Al llegar abrió la puerta del carro y del cenicero sacó una pipa pequeña, de forma algo exótica por decir lo menos, resulta que el hombre fumaba marihuana, según él es la única manera de vivir en esta tier
Cuando por fin lo convenció para entrar al consultorio para que contara su historia, se largó con un cuento largo, la novia millonaria era una tal Adelaida, hija de un petrolero argentino de madre italiana, tenía 25 años, se habían conocido el año pasado mientras el apostaba en un casino en Mónaco, decía que el romance llegó hasta Buenos Aires donde tenía un apartamento de mil metros cuadrados en pleno centro de la ciudad, con ascensor privado, valet parking y diez empleados domésticos para ella sola, su padre le daba de todo a manos llenas y proyectaban tener seis hijos, todos se llamarían Luis.Ante el estupor de la psicólogo, para seguir indagando le preguntó cómo se trasladaron tan fácilmente por toda Europa y parte de sur América, me dijo que lo hacían en la flota de aviones privados del padre de la joven.El día anterior lo habían bajado a la fuerza de la terraza del hospital pues aseguraba estar esperando a la novia imaginaria, sedado gritaba que ahí era
El joven estudiante volvió a la carga y dijo que era muy bueno que no hubiese mentiras pues así el mundo sería menos complicado, Hugo se bajó de su silla y se acercó al joven para mirarlo a los ojos y le preguntó ¿estás seguro que sería mejor?, ¿te imaginas que tu novia te dijese que la pasaba mejor en la cama con su ex? ¿Qué tú padre le dijese a tu madre que no se acuesta con ella por vieja? ¿Qué el presidente de tu país llamase a otro presidente que su gestión le parece una mierda? ¿Qué las madres le digan a sus hijos que los detestan porque les robaron su juventud?, creo que el mundo se acabaría en días.Al término de estas palabras todos quedamos en un estado de ansiedad y Hugo comenzó a gritar insultos, razón por la cual los enfermeros lo maniataron y sedaron para luego encerrarlo hasta que la crisis se le pasara. A pesar de no saber quién es, hila excesivamente bien sus argumentos, cosa que me pone muy nerviosa (dijo Beatriz).Terminamos el café, la escolté hasta e
El joven estudiante volvió a la carga y dijo que era muy bueno que no hubiese mentiras pues así el mundo sería menos complicado, Hugo se bajó de su silla y se acercó al joven para mirarlo a los ojos y le preguntó ¿estás seguro que sería mejor?, ¿te imaginas que tu novia te dijese que la pasaba mejor en la cama con su ex? ¿Qué tú padre le dijese a tu madre que no se acuesta con ella por vieja? ¿Qué el presidente de tu país llamase a otro presidente que su gestión le parece una mierda? ¿Qué las madres le digan a sus hijos que los detestan porque les robaron su juventud?, creo que el mundo se acabaría en días.Al término de estas palabras todos quedamos en un estado de ansiedad y Hugo comenzó a gritar insultos, razón por la cual los enfermeros lo maniataron y sedaron para luego encerrarlo hasta que la crisis se le pasara. A pesar de no saber quién es, hila excesivamente bien sus argumentos, cosa que me pone muy nerviosa (dijo Beatriz).Terminamos el café, la escolté hasta e
El joven estudiante volvió a la carga y dijo que era muy bueno que no hubiese mentiras pues así el mundo sería menos complicado, Hugo se bajó de su silla y se acercó al joven para mirarlo a los ojos y le preguntó ¿estás seguro que sería mejor?, ¿te imaginas que tu novia te dijese que la pasaba mejor en la cama con su ex? ¿Qué tú padre le dijese a tu madre que no se acuesta con ella por vieja? ¿Qué el presidente de tu país llamase a otro presidente que su gestión le parece una mierda? ¿Qué las madres le digan a sus hijos que los detestan porque les robaron su juventud?, creo que el mundo se acabaría en días.Al término de estas palabras todos quedamos en un estado de ansiedad y Hugo comenzó a gritar insultos, razón por la cual los enfermeros lo maniataron y sedaron para luego encerrarlo hasta que la crisis se le pasara. A pesar de no saber quién es, hila excesivamente bien sus argumentos, cosa que me pone muy nerviosa (dijo Beatriz).Terminamos el café, la escolté hasta e