Desde ese momento, Aleskey logró captar la atención de la joven Castrioli, ella respondía sus mensajes y llamadas, se quedaba de ver con él en el centro comercial, hacían compras juntos y comían en el mismo restaurante

— Aleskey, ¿qué te pasa con esa chiquilla, pareces un adolescente en plena conquista, no hemos venido a América a qué juegues al Romeo y Julieta, ya llevamos meses aquí y no hemos podido acabar con Nathanael Castrioli, tu abuelo se pone cada vez más insistente, ya no se qué mas inventarle cada que que llama por teléfono, siempre le digo que estamos cerca pero eso está lejos de ser verdad

— Rashi, ¿se te olvida quien es el jefe aquí? no descuido mis responsabilidades aunque me vea con Nathalia, siempre estoy pendiente de los envíos, de las cargas y de los negocios, mi... lo que sea que tenga con ella no me distrae de nuestro objetivo

— Entiendo, ¿Entonces dime qué esperamos para ir por él? vamos a emboscarlo y matarlo de una buena vez

— Rashi, ¿qué no te has dado cuent