El mafioso estaba que no lo calentaba ni el sol afuera del quirófano, sus hombres tenían rodeada la clínica, Jael estaba a cargo de que la seguridad sobre su jefe fuera impenetrable, no le iba a dar oportunidad al ruso de atacarlos y estar desprevenido

Los minutos pasaban lentos para Nathanael, su esposa dentro estaba siendo atendida por los doctores, sabía que Vanessa estaba muy mal en estos momentos por que el segundo de sus hijos estaba en peligro de morir, él mismo estaba sufriendo terriblemente, no quería perder a su bebé, si por cosas de la vida su hijo quedaba mal de por vida, se encargaría de cuidarlo y protegerlo

Vanessa por su parte no podía parar de llorar, los médicos estaban cerrando con mucho cuidado si vientre, el bebé que nació con excelente salud ya estaba listo para ser llevado a su padre, una enfermera salió a entregárselo

Señor Castrioli, aquí le entrego a su bebé, vamos, lo guiaré a la habitación que reservó para su esposa y sus hijos, la señora Castrioli vendrá