Nathan se la paso coqueteando con Ángela en la comida, eso lo hacía para molestar a Nathaniel, el gemelo quería asesinar a su hermano, sobre todo cuando le tocó la mano cuando le pasó el salero

Cuando por fin salieron de la mansión Castrioli y de despidieron de Nathanael y Vanessa, Ángela tuvo antojo a de helado, volteó y le pidió al mafioso

— Nathaniel, yo... tengo antojo de un helado, ¿podemos pasar por uno de pistache al centro comercial?

— Claro que sí, lo que sea que quieras solo dímelo, Ángela, no queremos que el bebé se nos enoje por qué no le cumplimos sus antojos

Ambos paseaban por la plaza de lo más contentos cuando se encontraron con nada menos que Lombardo Maldonado, está vez no iba acompañado de su novia

— Ángela, que bueno que te veo, ¿puedes por favor darme unos minutos? necesito hablarte de algo importante

— No puede ser, ¿para que quieres hablar conmigo? es que no hay nada que decirnos, ¿por qué no simplemente haces como si no existiera?

— Maldonado, ¿nos estás sigui