Las sospechas de James no eran infundadas.

“Scarlett formaba parte de una banda de ladrones de tumbas. Sin embargo, no tenía idea de quién era su jefe, afirmando que otra persona se encargaba de las comunicaciones”.

“Además, aunque Scarlett tiene una fuerza notable, no es nada abrumadora. Entonces, ¿Cómo sería posible para ella robar la llave y escapar del enemigo? Por si fuera poco, incluso localizó a Floyd y le siguió en secreto hasta Cansington sin que nadie se diera cuenta”.

“Eso es simplemente indignante”.

Maxine notó que James murmuraba para sí mismo y no pudo evitar preguntar: “¿Qué estás diciendo, James?”.

“Maxine, intenta analizar esto por mí”.

James se volvió hacia Maxine y le explicó cómo la banda de Scarlett robó la antigua tumba del Príncipe de la Montaña de las Orquídeas y escapó con la llave, siguiendo a Floyd hasta Cansington.

“¿Crees que hay otra mente maestra detrás del Señor Gabriel que estaba apoyando al Emperador? ¿Podría el Señor Gabriel también ser solo u