Cómo James estaba siendo vigilado de cerca por los hombres del Emperador, solo podía confiar en Tiara para comunicarse con los demás.

Le preocupaba que le pasara algo, así que le recordó que estuviera atenta.

Tiara sonrió dulcemente. “Todo irá bien. Ya habrían hecho algo contra mí hace mucho tiempo si hubieran querido. Además, solo soy alguien que contrataste. No tienen motivos para atacarme”.

“De todos modos, ten cuidado. El Emperador seguramente actuará ahora que los datos de la investigación han sido robados. Estará vigilando de cerca todos mis movimientos, y posiblemente también los tuyos”.

“No te preocupes, estaré alerta. Te llamaré si ocurre algo. Por favor, sal de la cocina ahora. Tengo que lavar los platos”.

“Claro”.

James se dio la vuelta para irse. Sin embargo, no se dirigió al piso superior, sino que se quedó en la sala de estar.

Después de ordenar la cocina, Tiara salió con una bolsa de basura.

“Ya me voy, James”.

“¡Está bien, ten cuidado!”.

Tiara esbozó