James sacudió su cabeza, tratando de sacar a Thea de su mente.Miró la mejilla de Quincy, la cual estaba enrojecida tras la cachetada. Se puso de pie, le acarició la cara ligeramente hinchada y preguntó preocupado: “¿Te duele?”.“Sí”, respondió Quincy agraviada y se apoyó en los brazos de James.“Tengo miedo de perderte. Cuando te recuperes y vuelvas con Thea, ¿Qué voy a hacer?”.James la abrazó suavemente y suspiró. “Entonces, debe ser el destino. Estoy en deuda con ella y nunca podré devolvérsela en esta vida. Es culpa mía que la envenenaran. ¿Cómo puedo abandonarla si descubro una forma de purificar el veneno?”.Quincy sabía lo que él tenía en mente, por eso estaba preocupada.A pesar de eso, se conformaba con ser la mujer en brazos de James por el momento.Lo que fuera a pasar en el futuro era inevitable.Aun así, estaba dispuesta a luchar contra ello.Quincy creía que no perdería ante Thea.“Cof... cof…”.James tosió débilmente unas cuantas veces.Quincy lo ayudó rápid
Quincy dijo con una sonrisa: “Ya que Thea quiere venir, que venga con nosotros”.“¡Pff!”, resopló Thea.Ignorando a Quincy, ella intentó ayudar a James a entrar en el coche.“Puedo hacerlo yo solo”.James le apartó la mano y subió al coche sin ayuda de nadie.Thea subió rápidamente al coche y se sentó a su lado.Sin querer quedarse atrás, Quincy se dirigió al otro lado del coche. Abrió la puerta y se sentó al otro lado de James.Después de que todos subieran a sus respectivos coches, el equipo partió lentamente hacia su destino.Poco después de subir al coche, James se recostó y cerró los ojos para descansar.Thea le tomó la mano íntimamente y le preguntó con una sonrisa: “Cariño, ¿adónde vamos?”.Quincy la criticó: “¿Puedes callarte? James necesita descansar en este momento”.Thea replicó: “Ahora mismo estoy hablando con mi esposo. ¿Qué tiene que ver contigo?”.“Tú…”.Quincy estaba furiosa.James abrió los ojos, miró a Thea y dijo disgustado: “¿Puedes bajar la voz? Estás
Monte Tesoro del Dragón, Río de la Fortuna.James estaba sentado en una roca con el teléfono en la mano, analizando lo ocurrido en los tres meses anteriores al incendio de la residencia Caden, diez años atrás.Quincy miró a su lado y preguntó: “¿Qué estás mirando, James?”.A Thea también le llamó la atención.Anoche, ella llegó a la conclusión de que no quería perder a James a manos de Quincy. Por lo tanto, fue a buscarlos y casualmente se unió a su viaje. Hasta ahora, seguía sin saber cuál era el plan de James.James dejó su teléfono y miró la montaña al otro lado del río, entonces, se dispuso a explicar: “Estoy mirando los informes meteorológicos de aquel entonces. Intentó deducir la profundidad del río analizando si hubo lluvias fuertes ese año”.Quincy preguntó con el ceño fruncido: “¿Por qué necesitas saber el nivel del agua?”. James explicó: “En aquel entonces, salté al río y me aferré a un tronco, flotando a lo largo de la corriente. Así sobreviví. No me hundí hasta el f
Thea interrumpió de inmediato y extendió su mano para apoyar a James. Fulminó con la mirada a Quincy y le dijo fríamente: “Yo me encargo de esto. No deberías intimar demasiado con mi esposo en el futuro”. Quincy soltó la mano de James con una expresión avergonzada.Aunque técnicamente, James la había aceptado como su novia, Thea seguía siendo su ex esposa, y se sentía un poco culpable ante ella.En el fondo, incluso ella sentía que le estaba robando el hombre a Thea.James tenía frío y le dolía la cabeza. Sintiéndose débil, no tenía energía para discutir con Thea.Solo pudo lanzarle a Quincy una mirada de disculpa.Quincy comprendió y le hizo un ligero gesto con la cabeza.Thea ayudó a James a volver a la carpa que estaba cerca para que descansara. La carpa ya estaba llena de almohadas y mantas.James se acomodó tras entrar en la carpa y trató de descansar.Sin embargo, Thea no se separó de él. Se sentó a su lado y lo miró con ojos llorosos. “James, ¿sigues enojado conmigo?”.
Thea se quedó atónita.'¿James vino a la cueva para encontrar una forma de purificar el veneno?'.'¿Está haciendo todo esto por mí?'.De repente sintió que no entendía lo que pasaba por la cabeza de James.James había hecho tanto por ella e incluso se preocupaba por el veneno de su cuerpo. Mientras tanto, ella solo le causaba problemas.“Yo…”.Separó los labios pero fue incapaz de pronunciar una sola palabra.Quincy la ignoró y volvió a entrar en la tienda.James tenía los ojos cerrados y ya se había quedado dormido.Incluso dormido, su rostro parecía pálido y débil.Quincy se sintió impotente y suspiró al ver el estado en que se encontraba.James durmió durante mucho tiempo y fue despertado por el dolor.Esta vez, no era un simple dolor de cabeza. En cambio, sintió un dolor insoportable en todo el cuerpo.Era como si innumerables gusanos venenosos le mordieran la piel, bebieran su sangre, se le metieran en los huesos e intentarán desgarrarle el cuerpo.Era un soldado que
La decepción se extendió por el rostro de James.Quincy le agarró la mano y lo consoló: “No te preocupes. Lo encontraremos”.“Eso espero”. James asintió ligeramente la cabeza.Sabía que las posibilidades de encontrarlo eran escasas. Incluso si lo encontraban, lo que buscaba podría no estar dentro.Siguió esperando pacientemente las novedades. Pronto, se hizo de noche.Los soldados que se habían quedado atrás para buscar en la cueva regresaron.Habían explorado durante mucho tiempo, pero no encontraron ninguna estatua o roca de más de diez metros de altura.La fogata seguía ardiendo en la orilla del río.Daniel preguntó: “¿Qué hacemos ahora, James?”.James se puso a pensar.Ni siquiera docenas de soldados entrenados pudieron encontrar la estatua tras todo un día de búsqueda. Era improbable que la encontraran en ese momento. Solo había dos posibilidades: que la estatua o la piedra se hubieran derrumbado después de diez años, o que estuvieran buscando en el lugar equivocado.
En un principio, el Emperador tenía intención de matar a James.Aunque James estaba lisiado, el hecho de que estuviera vivo bastaba para mantener al Emperador al borde de la locura.En el pasado, el Emperador no podía deshacerse de él, ya que aún poseía la Espada de la Justicia. Aunque hubiera dimitido de su cargo, su muerte seguiría siendo investigada.Sin embargo, ahora que James era un civil y había entregado la Espada de la Justicia, a nadie le importaría si estaba vivo o muerto.Mientras el Emperador lo encubriera bien, estaría a salvo.Al enterarse de que James buscaba algo, volvió a cambiar de opinión.James debía estar buscando algo extraordinario. Tenía la intención de tomarlo antes de matarlo de una vez por todas.Terminó la llamada pero seguía preocupado. Al cabo de un rato, hizo otra llamada.“¿Es de fiar la persona a la que contactaste?”.La voz ronca sonó desde el teléfono. “No te preocupes. Es absolutamente de fiar. Fue mercenario en el extranjero y trabajó conm
Mientras tanto, Quincy permaneció despierta toda la noche, vigilando su carpa.Thea, en cambio, durmió profundamente.Ya era el día siguiente cuando se despertó.Se dio la vuelta, se incorporó y tomó el teléfono. Al ver que eran las ocho de la mañana, se dio una palmada en la frente y se maldijo arrepentida: “¡Thea, eres una inútil!”.Se levantó a toda prisa de la cama, se arregló el cabello desordenado y salió de la tienda.Fuera, las fogatas seguían encendidas.James estaba sentado en su silla de ruedas y Quincy le masajeaba la cabeza desde atrás.Thea se acercó y llamó: “Quincy”.Quincy giró la cabeza y le hizo un gesto para que se callara.Thea se acercó y vio que James se había quedado dormido en la silla de ruedas.Al ver la cara de agotamiento de Quincy, preguntó en voz baja: “¿No has dormido nada?”.“Juf…”, suspiró Quincy suavemente y dijo: “El estado de James volvió a empeorar anoche. Se despertaba con frío o dolorido. Su cuerpo se siente como el hielo en este momen