Mientras Bobby consolaba a Thea, se volvió hacia James y le dedicó una sonrisa burlona.

James se acercó, apretó el puño y se lo lanzó a Bobby.

“¡Ay! ¡Eso me dolió!”.

Bobby se cubrió el lugar donde lo golpearon y gritó desoladamente.

Thea maldijo furiosa: “¡Pedazo de basura inútil, James! ¿Qué crees que haces? ¡Lárgate de aquí! ¡No quiero verte!”.

“Será mejor que tengas cuidado. No te dejes engañar y pienses que solo tienes suerte. No todos los que te tratan bien son honestos”.

James se limitó a dejar un recordatorio.

Se dio la vuelta y salió de la sala.

Sabía que era inútil decir más ya que él no tenía lugar en el corazón de Thea.

Cuando se fue, Bobby se levantó con expresión de dolor. Dijo con disgusto: “¿Quién es esta persona? ¿Por qué es tan prepotente?”.

Thea, quien yacía en la cama del hospital, se disculpó: “Lo siento. Lo siento mucho. Era mi ex esposo”.

“¿Ex esposo? No me extraña”. Bobby actuó como si acabara de enterarse.

Fuera de la sala.

James se sentó en una si