James no había usado la Espada del Caos ni las Nueve Voces del Caos para atacar a Wynona durante su último intercambio. Eso se debía a que se había dado cuenta de que Wynona había sufrido heridas graves, y que simplemente se estaba manteniendo firme gracias a grandes cantidades de energía.

"¿Todavía quieres luchar?".

James pudo ver que Wynona hacía muecas de dolor. Sin embargo, estaba claro que la mujer no tenía intención de echarse atrás. Levitó en el aire y fijó la mirada en James.

Dijo: "Has sufrido heridas graves que requieren atención inmediata. Si insistes en continuar con la batalla, puede que no salgas con vida".

Los ojos de Wynona ardían de rabia mientras miraba a James.

"No hay manera de que pierda. No puedo perder así".

"Tengo el Caelandor, ¡la mejor arma de todo el Distrito Verde! Sería humillada por toda la eternidad si perdiera a pesar de esto". Wynona gimió para sí misma.

"No puedo perder, y no perderé".

Wynona agarró con fuerza la empuñadura de su espada