James usó su poder para suprimir sus heridas internas. Observando a su alrededor, se dio cuenta de que la batalla había terminado. Muchas potencias estaban en el cielo, observándose unas a otras.

No se sabía cuánto tiempo había durado la batalla ni cuántas potencias se habían acercado a la montaña espiritual. Aunque se habían acercado al Árbol del Camino, nadie podía llevárselo.

La Fruta del Camino era aún más mágica. No se podía arrancar.

Además, cualquiera que se acercara sería atacado. Por lo tanto, ningún ser vivo se atrevía a acercarse.

Después de conocer la situación observando su entorno, James miró a Zeno y le dijo: "Si me mientes, me encargaré de ti más tarde".

Entonces, utilizó la Omnisciencia Alegre y desapareció. Al momento siguiente, apareció ante el Árbol del Camino.

Teniendo en cuenta su experiencia anterior, James fue extremadamente cauteloso esta vez. Utilizó el Camino de la Omnisciencia una vez que reapareció, exudando un halo blanco. Al instante, su aura llegó