Su fuerza vital se fue desvaneciendo poco a poco.

"¿Por qué has hecho eso, Yvan?". Qreeola se quedó mirando al hombre con total incredulidad.

"Cualquiera que traicione al maestro debe morir", dijo Yvan con voz monótona.

En cuestión de segundos, Qreeola sintió que perdía el conocimiento y su visión se oscureció. Ni siquiera pudo distinguir la expresión del rostro de Yvan.

De repente, su cuerpo se hizo pedazos. Su alma se rompió con ella.

En un lugar oculto situado al otro lado de la montaña espiritual, una dama, que parecía estar meditando, estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas. De repente, la dama abrió los ojos y tosió bocanadas de sangre. Cayó al suelo, pues había perdido una gran cantidad de energía.

La dama era la verdadera Qreeola. La persona que Yvan acababa de matar en el vestíbulo no era más que su clon.

"Jamás pensé que el hombre que más me importaba me haría algo así. No puedo quedarme aquí más tiempo. Si Yvan descubre que no estoy muerta, seguro q