Wynton nunca creyó que algún día moriría. Nadie podía controlar su destino, ni siquiera el Camino Celestial del Caos.

"No puedo verte en el futuro", dijo Zella con expresión preocupada. "Estoy muy preocupada".

"Ah", Wynton dejó escapar un suave suspiro.

James soltó tres poderosos rugidos desde el interior de su santuario de meditación con la puerta cerrada. Esos tres rugidos agotaron todas sus fuerzas, dejando su cuerpo agotado y desprovisto de cualquier poder. Incluso su fuerza física estaba agotada y se sintió extremadamente débil mientras se caía al suelo.

Al cabo de un rato, recuperó parte de sus fuerzas.

"¡Qué misteriosa habilidad de arte marcial! Simplemente rugir tres veces consumió toda mi fuerza. Si estos tres rugidos se desataran como un ataque, ¿a qué clase de Forastero del Supramundo podrían aniquilar?". James apenas podía imaginárselo porque no podía determinar la potencia de esos tres rugidos. En esta ilusión, no podía atravesar los reinos, ni siquiera con sus tres