James había comprendido la inscripción de la formación tras entrar en una meditación a puerta cerrada durante millones de años. Durante los últimos millones de años, la noticia del incidente en el Gran Cañón Desolado se había extendido por todos los Reinos Mayores. Muchos seres vivos de todas las razas, sin importar si eran débiles o fuertes, acudieron aquí para contemplar el espectáculo. Al principio, el Planeta Desolación, e incluso sus regiones circundantes, estaban llenos de peligros. Sin embargo, ninguno de ellos encontró peligro alguno al entrar en el planeta.

Esto les desconcertó. Era diferente de los rumores. Ahora, sin embargo, sabían que había un individuo poderoso moviendo los hilos entre bastidores para atraer a más y más gente al Planeta Desolación. Esa era la única manera de llevar a cabo el combate a muerte.

Las reglas eran simples. Cada ser vivo en el Planeta Desolación tendría una vida de tres mil años. A lo largo de los tres mil años que tenían, ganarían otros tres