Sin embargo, su palma parecía estar congelada en su lugar, controlada por una poderosa fuerza. James no deseaba provocar una gran destrucción, así que simplemente disolvió el poder de Qays en la nada.

"¡Tú...!".

Qays se congeló.

Intentó retirar la mano, pero fue en vano.

James permaneció en silencio. El ambiente estaba tenso.

"Por favor, tranquilos los dos. El Pabellón Viento de Primavera es propiedad del Maestro de la Espada Pluma Voladora". Al ver que el ambiente estaba tenso, la encargada mencionó inmediatamente al dueño de este lugar.

El Maestro de la Espada Pluma Voladora era una figura poderosa. Aunque se le consideraba un don nadie en el Reino de la Piedra, era una de las personas más poderosas de esta ciudad y de este planeta.

A Qays, sin embargo, no podía importarle menos. Para él, la Raza de Piedra mandaba aquí.

"No me importa quién seas, chico. Pero desde que te has enemistado con la Raza de Piedra, eres carne muerta".

"¿Quién lo dice?".

En ese momento, una voz me