Dahlia estaba perpleja. Había vivido mucho tiempo y había visto mucho. Sin embargo, no podía determinar si James tenía algo que ver con el asalto a su aldea.

Al ver su expresión de conflicto, James dijo: "Puede que ahora no me creas, pero estoy seguro de que el tiempo demostrará mi inocencia".

Luego, respiró hondo y dijo: "Con la fuerza de la Raza de Almas, les habría resultado sencillo matar a Karglain y a los demás. Sin embargo, querían capturarlos a todos vivos. Su objetivo es bastante obvio. Quieren utilizar a Karglain y a los demás para atraer a más miembros de tu secta y aniquilarlos de una sola vez. Es vital que me lleves a los superiores de tu secta lo antes posible".

"De ninguna manera". Dahlia se negó inmediatamente.

"Ya cometí el error de confiar en ti una vez. No voy a repetir el mismo error. Te creeré por ahora, pero no te llevaré a nuestro cuartel general. Como muestra de mi gratitud, te perdonaré el día de hoy. Adiós".

Después de hablar, Dahlia se dio la vuelta y se