Para evitar cualquier contratiempo, James explicó su plan con todo detalle. Todos los presentes lo escucharon atentamente ya que la batalla era de extrema importancia. Su oponente era un poderoso individuo que había existido desde las eras del Reino Primordial y poseía muchos Poderes Sobrenaturales. Aunque estaba herido y su fuerza no había vuelto a su forma máxima, una vez fue un Acmean. Ser un Acmean era un signo de fuerza e invencibilidad.

"¿Entendido?". James los miró.

"¡Sí, señor!". Dijeron al unísono.

Incluso Morangorin se tomó las cosas mucho más en serio esta vez. Mientras una luz recorría su cuerpo, se transformó en su forma humana.

James lo miró. Era la primera vez que veía a Morangorin en forma humana. Era un hombre algo apuesto. Llevaba una túnica blanca que le hacía parecer un ser divino.

"Bien", dijo James. "Quiero que primero se oculten en la Formación y comprendan el poder de la Formación".

James les contó los detalles de la Formación, desde los efectos de cada ca