Los ataques de Quiomars eran demasiado rápidos.

Además, el Señor Samsong había soportado constantes torturas en la formación, lo que le había desconcentrado mentalmente. Como resultado, no podía detectar a Quiomars. Por lo tanto, no tenía ni idea de quién o qué lo estaba acechando.

Después de sufrir una herida tan grave, podía sentir cómo su fuerza vital se desvanecía poco a poco. Utilizó todas sus fuerzas para mantenerse despierto, pero le costó mucho. Por ahora, todavía podía aguantar. Sin embargo, a pesar de ser un Señor de la Novena Etapa, acabaría muriendo en la formación si no podía escapar de su situación.

Después de que Quiomars golpeara, las almas que quedaban en la formación emergieron. Se convirtieron en niebla negra y rodearon al Señor Samsong. Su siniestro poder empezó a corroer el cuerpo y el alma de Señor Samsong. Señor Samsong, que ya estaba gravemente herido, no podía seguir soportando más daños.

Sintió que su alma se desvanecía lentamente.

Señor Samsong maldijo.