Los que obtuvieron Tesoros Caóticos se retiraron apresuradamente a la retaguardia y se quedaron mirando la anomalía que tenían ante ellos. Una fisura acababa de aparecer, y era tan increíblemente profunda que ni siquiera el Zen de uno podría penetrarla. Una energía negra y maligna brotó, se elevó hacia el cielo e impregnó los alrededores, creando una escena aterradora.

"¿Qué está pasando?".

"Parece que algo se ha despertado".

"Debe de haber algo durmiendo en las profundidades. Nuestra llegada los ha despertado de su sueño".

Dijeron muchos.

James se quedó mirando la fisura debajo de él.

¡Groar!

De repente, el rugido de una bestia reverberó por toda la región. Entonces, empezaron a aparecer grietas en el suelo.

James y los demás se apresuraron a retroceder y llegaron a la cima de una montaña situada detrás de ellos. La tierra se hizo pedazos y de su interior emergió una criatura gigantesca. Su cabeza medía millones de metros y en ella había un cuerno que irradiaba una luz negra.