En un instante, el local volvió a estar vacío. Solo Thea, Trevor y algunos otros empleados se quedaron atrás.

‘¿No hay otra forma de trasladar nuestro equipo?’. Thea no estaba dispuesta a dar marcha atrás.

Había querido dejar su huella en el mundo de los negocios.

Se suponía que el Grupo Centenario era solo el principio.

Sin embargo, parece como si todo se derrumbara incluso antes de que ella pudiera despegar.

“Tío abuelo”.

“Adelante, Presidenta”.

Thea se quedó pensativa por un momento y procedió: “Alquile un nuevo almacén de inmediato y transporte allí todo nuestro equipo actual. Tendremos la oportunidad de recuperarnos de esto mientras nuestro equipo permanezca intacto. Todavía tengo algo de dinero en mi tarjeta. Encontraremos un nuevo sitio y construiremos una nueva fábrica”.

“Presidenta, esto…”. Larry se tambaleó sin poder evitarlo.

“La compañía todavía tiene muchos pedidos sin hacer en este momento. No podremos cumplir nuestros pedidos a tiempo e incumpliremos nuestros