Aunque James mató a uno de los adjudicadores, su cuerpo físico había sufrido muchas heridas en el proceso.

El precio que tuvo que pagar solo por matar a un único oponente fue demasiado alto.

James se veía terrible. Tenía el pelo hecho un desastre y el cuerpo lleno de heridas sangrientas.

Volvió a llamar a las Estelas del Infinito con un pensamiento. Las Estelas del Infinito giraron alrededor de su cuerpo y lo colocaron en el centro de una formación protectora.

Mientras tanto, la Rueda Elemental flotaba sobre su cabeza.

James esbozó una sonrisa. La sangre seguía brotando de su boca, pero había una sonrisa en su rostro.

Matar a uno de los Adjudicadores del Cielo era un buen comienzo.

Él examinó los alrededores en busca de los otros Adjudicadores del Cielo ocultos en el espacio. Su única opción era eliminarlos uno a uno.

Los otros Adjudicadores del Cielo predijeron el siguiente movimiento de James. Por eso, se mantuvieron alejados y evitaron atacarlo directamente. Sabían que el a