La batalla de esta vez podía considerarse una victoria completa. Habían destruido completamente el Santuario de la Oscuridad a un precio minúsculo.

Lo único que lamentaban era que Tamuuz hubiera escapado.

Tras la batalla, el Pabellón del Elixir empezó a contar las muertes del Reino del Elixir.

Aunque algunas sectas y familias del Reino del Elixir se habían marchado con sus discípulos antes de que comenzara la batalla, hubo algunas que no lo hicieron. Los que no se marcharon quedaron atrapados en la batalla, y todos murieron en ella.

Mientras se contaban las víctimas, el Pabellón del Elixir comenzó su reconstrucción.

Reconstruir el Pabellón del Elixir no era gran cosa para ellos, ya que todos los cultivadores del Pabellón del Elixir eran extremadamente poderosos. Era demasiado fácil reconstruirlo.

Antes de reconstruir el Pabellón del Elixir, repararon primero una prisión subterránea y encarcelaron a los cultivadores del Santuario de la Oscuridad que habían sido capturados allí.

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