Wollongong no tenía ni idea de cómo James sabía lo del Monte Baidi. Tampoco tenía ni idea de por qué James sabía que sabía lo del Monte Baidi.

Había demasiadas cosas en el secreto del Monte Baidi. Sin duda no podía contárselo.

Jules se quedó sin ideas. Incluso enseñó la ficha de la comunidad marcial, pero no sirvió de nada.

La ficha de la comunidad marcial se la dio su abuelo. Su abuelo se la dio específicamente porque temía que corriera peligro mientras estaba fuera de casa.

Jules miró a James, quien estaba sentado en una silla cercana, con el rostro pensativo.

De hecho, le preocupaba que James se volviera loco.

Jules había sido testigo directo de la fuerza de James. Si James enloquecía, el Pabellón Mundial estaría condenado. Aún esperaba casarse con Monica y no quería que el Pabellón Mundial corriera esa suerte.

Sin embargo, James se limitaba a reflexionar. No mostraba signos de enojo.

“Como era de esperar del Señor Caden", pensó Jules. Su respeto por James era como un diluvi